Cuando esperamos un hijo, son miles las emociones que pasan por nuestras mentes. Desde cómo será su rostro hasta el nombre con el que decidiremos llamarlo. Pero, cuando se nos informa que a nuestras vidas llegará un pequeño con Síndrome de Down, estamos de frente a una extraordinaria misión de vida. A una experiencia removedora, en la que el amor adquiere su sentido más elevado. De inmediato empezaremos a pensar en los métodos, tratamientos y actividades para niños con Síndrome de Down, que contribuyan a que nuestro pequeño tenga la mayor calidad de vida posible.
Quien ha tenido la oportunidad de tener cerca a un niño con Síndrome de Down, habrá llegado seguramente a una conclusión, y que es no existe fuente de amor y de ternura más perfecta que estos seres. Si nosotros, como padres, maestros y familiares, les acompañamos e incentivamos a alcanzar su máximo potencial, podrán llevar una vida alegre, plena y llena de sonrisas. Veamos a continuación las mejores actividades para niños con Síndrome de Down, que estimulan su desarrollo.
Las mejores actividades para niños con Síndrome de Down
Los pequeños con Síndrome de Down necesitan de un constante estímulo, que les inspire a desarrollar al máximo sus capacidades. Habilidades cognitivas, de lenguaje o psicomotrices, puedes ser desarrolladas y mejoradas mediante el juego. Todas aquellas actividades en las que tu pequeño pueda aprender al tiempo que se divierte, serán muy positivas no solo para su desarrollo, sino para que fortalezcan sus lazos afectivos. Veamos los ejercicios más útiles desde las perspectivas psicomotoras, de cognición y lenguaje, según la edad del pequeño.
Ejercicios para niños de uno a dos años
Existen muchas actividades para niños con Síndrome de Down que pueden fortalecer su movilidad y autonomía, así como sus capacidades de comunicación y cognición. Su aplicación dependerá de las características tu pequeño, y de las recomendaciones que tu pediatra de confianza te haga al respecto. Por ejemplo, para bebés de uno a dos años se recomiendan actividades como las siguientes:
- Cuando tu pequeño esté en pie, muéstrale juguetes u objetos que llamen su atención y que le motiven a desplazarse.
- Cómprale juegos manipulativos, en los que tenga piezas con las que pueda armar torres o formas.
- Jueguen con pinturas o ceras, en las que el niño pueda reconocer los colores.
- Léele a tu pequeño cuentos infantiles ilustrados, y pregúntale por las ilustraciones, si las reconoce y qué le parecen.
- Cuando vayan de paseo, habla con tu hijo y cuéntale sobre todo lo que vayas viendo. Háblale sobre los autos, las casas, las cosas del supermercado. Ayuda a que se familiarice con los objetos que forman parte de su entorno.
- Invítale siempre a que se exprese con palabras. A que vaya aprendiendo a pedir agua, comida, o las cosas que necesite, mediante palabras y no solo con gestos.
Ejercicios para niños de dos a tres años
Cuando se trata de un pequeño un poco más grande, hay otras actividades para niños con Síndrome de Down muy recomendables, que le inspirarán a ir desarrollando sus capacidades poco a poco y de manera sostenida. Si tu hijo tiene entre dos y tres años, prueba sumando estos juegos a su rutina diaria:
- Anímale a saltar, subiéndose a elevaciones pequeñas y acordes a su tamaño.
- Hagan juntos formas circulares de plastilina o de arcilla. Tanto mejor si puedes sumar materiales de diferentes colores.
- Jueguen juntos a identificar los sonidos del ambiente. Ayúdale a que reconozca el sonido del timbre, de los autos, de los utensilios de la cocina, de la llave del agua o el ladrido de un perro.
- Jueguen a identificar posiciones del espacio, para que tu pequeño aprenda a reconocerse y ubicarse geográficamente. Dile por ejemplo, que se esconda debajo de la mesa, o escóndete tu detrás de la puerta.
- Sumen una pelota a sus rutinas diarias y jueguen con ella. Invítalo a pasarte la pelota y devuélvesela. Con esto irás mejorando su coordinación.
Y recuerda, el secreto de que las actividades para niños con Síndrome de Down tengan éxito e impacten positivamente en su desarrollo, es que los pequeños se diviertan, y que tu te diviertas con ellos.
Si el niño no se divierte en la actividad, se cansará y no querrá repetirla. Y si ve que tu estás en un ánimo intranquilo o estresado, también lo percibirá. Las emociones que les transmitimos a nuestros pequeños con Síndrome de Down, son fundamentales para su bienestar. Procura mantener la serenidad, el ánimo y la alegría. Acompaña a tu pequeño desde el amor y con mucha paciencia, y verás como pronto empiezas a sorprenderte por su desarrollo.