Ser padres primerizos es un salpicón de emociones. Es emotivo, divertido y no ves la hora de aplicar lo aprendido. Por eso, hoy traemos los 4 mejores consejos de aquellos padres que ya pasaron por esto y tienen cierta sabiduría por compartir.
Tener un bebé cambia tu cerebro
Es verdad que tener un bebé es agotador y complejo, sin embargo, convertirse en padre es uno de los placeres más mágicos de la vida ¡Y no! No es cliché. De hecho, está comprobado científicamente que a cambio de todo ese trabajo de crianza, tendrás uno de los placeres más grandes de la vida en tu cerebro, la oxitocina.
La universidad Emory, una prestigiosa institución norteamericana, estudió los cambios cerebrales en los padres al tener un bebé. La madre, gracias al parto y a los 9 meses de gestación, es la que tiene más cambios psicológicos, sin embargo, el padre no se queda atrás.
Según el estudio, la oxitocina cuadriplica la actividad cerebral asociada a los sentimientos, la empatía y el instinto protector. De igual forma, los niveles de testosterona bajan en el hombre y tienden a volverse más emocionales y sensibles. Por algo a la oxitocina se le conoce como la hormona de la felicidad. Así que en la práctica, mientras más tiempo pases con tu bebé, más de esta hormona tendrás. Es mágico y está comprobado.
Ahora que sabes lo que le espera a tu cerebro, vamos con los tips de los profesionales.
4 Tips funcionales para padres primerizos
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Duerme bien:
encontrar tiempo para descansar es complicado, pero es vital para tu salud física y mental. Cuando un bebé llega a la casa, tus horas de sueño no serán las mismas. Un bebé no entiende eso de dormir por la noche y despertarse en el día, más bien él duerme cuando quiere y se despierta cuando puede.
El consejo para los padres primerizos es dormir al mismo tiempo que el bebé. Puede que al principio suene difícil, pero al final terminas acostumbrándote y el bebé poco a poco va entendiendo cuál es la hora de dormir. Tan pronto como tu hijo cierre los ojos, tú caerás como una piedra. Lo importante es que encuentres esos momentos propicios para dormir y que tu sueño sea de calidad, más que de cantidad. Nuestros amigos de el confidencial tienen unos trucos científicos interesantes para dormir mejor.
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DedÍcate tiempo a tí:
con un bebé a bordo, tu vida cotidiana cambiará. Los padres primerizos tienden a creer que continuarán viviendo como de costumbre, pero la realidad es muy distinta. Todos estos cambios te pueden afectar más de lo que crees si no son controlados. De hecho, según la revista médica The Lancet, 2 de cada 5 padres pueden sufrir depresión luego del nacimiento de su primer hijo. Esto es algo que se puede evitar dedicándose un poco de tiempo a uno mismo. No se trata de poner a tu bebé en segundo lugar, se trata de balancear tu energía entre cuidar de él y cuidarte a tí mismo.
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Pide ayuda si la necesitas:
algunos padres han construido cosas por su cuenta y creen que la paternidad será igual, pero no, la realidad es muy distinta. No te enseñan sobre paternidad en la universidad ni en los libros. Esto es un arte que se pasa de boca en boca. De hecho, muchos padres usan la frase \”solo aprendes a ser padre cuando tienes un bebé\”. Está bien no saberlo todo.
Tener un aliado cerca a quien puedas preguntarle te dará tranquilidad y callarás la incertidumbre de no saber si lo estás haciendo bien o no. Aunque suene simple, controlar esa ansiedad es más difícil de lo que parece. Es un mundo nuevo y como todo en la vida, debes salir a explorarlo. Lo bueno es que estás leyendo esto y diste un buen primer paso.
Está bien investigar por tu cuenta en internet, pero casi siempre te vas a saturar de información. Por eso, la ayuda de alguien que ya pasó por eso, será como un tesoro personal.
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No te alarmes y presta atención:
los padres primerizos intentan entenderlo todo desde el principio. Las dudas en internet son interminables: ¿por qué mi bebé no duerme? ¿cuándo empezará a hablar? ¿cuándo se podrá sentar? ¿por qué no come? ¿qué darle cuando le salen los dientes? y la lista sigue.
En las encuestas de estudio hecho por la universidad, la mayoría de padres no sabían el momento exacto en el que entendieron que el bebé tenía hambre o el preciso instante en el que aprendieron a cambiar pañales. Simplemente lo hicieron y lo aprendieron. Como dijimos antes, solo se aprende a ser padre, siendo padre.
Nadie puede leer a tu hijo mejor que tú. Se trata de pasar tiempo con él y poner mucho cuidado.
En conclusión, tener un bebé siendo padres primerizos es uno de los momentos más asombrosos de la vida. Hay que atesorar el momento y disfrutar el proceso por más altibajos que tenga. Esta es la mágica lección sobre cómo ser padres primerizos. Recuerda visitar nuestro sitio web, es útil, fácil de entender y, lo más importante, le funciona a los padres.